Lucina Gil (Sevilla, 1967), que ganó un Goya en 2008 por su cortometraje documental El hombre feliz, se alza ahora con el Premio ASECAN con este trabajo de 52 minutos en el que se entrecruzan varias historias de amor “difícil”.
El pulso suave pero preciso del montaje y la emocionante naturalidad con la que la cámara se acerca a estos protagonistas cotidianos de amores y desamores insólitos le ha valido a esta película para sobresalir en una categoría que este año ha presentado un gran nivel en la producción andaluza.
Merece la pena reseñar además que el rodaje de Los amores difíciles siguió un proceso muy abierto, al plantearse como el seguimiento de historias personales que estaban en curso.
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